viernes, 13 de julio de 2007

Las TIC como recurso didàctico...

Si analizamos la importancia de la didáctica como un conjunto de medios que sirven para enseñar (Brousseau 1986 ), el principal motor en quien recae esta misión motivadora del aprendizaje es en el profesor. Es él quien debe saber manejar, a mi juicio, los medios con los cuales podrá pasar de una tradicional exposición, en que el alumnado es solo un receptor de conocimientos, a una clase en que pese a que sea el docente quien planifique las estrategias usadas para lograr el aprendizaje, estos medios sean ejecutados por los alumnos; serán ellos quienes logren obtener frutos para su conocimiento. El punto aquí es dilucidar qué medios pueden ser utilizados para fomentar el aprendizaje. Y uno de ellos, muy en boga en la actualidad, dado los avances en la tecnología, es las TIC.
Según el profesor Roberto Carneiro, en su artículo llamado “Las TIC en el ámbito educativo”, publicado en los Cuadernos de Pedagogía Nº 363, Dic. 2006, señala que “la visión de que las TIC son esencialmente tecnologías informacionales tiende a considerarlas como un instrumento de apoyo a los métodos tradicionales de la enseñanza. En este contexto prevalece la perspectiva clásica del enfoque asociacionista de Thorndike...”, es aquí en que la utilización del método didáctico pierde su valor, puesto que se transforma en un “reemplazante” del la técnica docente tradicionalista.
Pero, señala además, a lo cual me sumo, “que a la inversa, la teoría constructivista de la educación enfatiza que las TIC deben su potencial reformador a sus características como tecnologías relacionales. En este contexto el conocimiento es construido por cada persona…”. Este sí es a mi juicio el fin de la utilización de las TIC o de cualquier método didáctico, ya que ningún aprendizaje es significativo si no es construido por el propio alumno, sin olvidar que todo contenido debe ser guiado para que le de sentido a su aprendizaje. Sin embargo, pese a todo lo mencionado anteriormente no puede escapar a mi visión de calidad en la educación, aquellos establecimientos que no cuentan con los medios necesarios para llevar a cabo tales métodos didácticos, es decir, es cuestionable que las TIC lleguen con facilidad y abundancia a lugares extremos de nuestro país. Consciente estoy que los planes ministeriales de educación han avanzado en tales términos, pero aún existen sitios aislados en los cuales me pregunto qué vale más a la hora de enfrentarse a un grupo de niños o jóvenes en que las tecnologías utilizadas en regiones centrales no alcancen a este sector de la sociedad. Es aquí en donde se ve en su totalidad la potencialidad del docente al enfrentarse con escasos recursos que apoyen su método de enseñanza y que logre obtener un buen aprendizaje en sus alumnos.
En definitiva, siento muchas veces que se habla de estrategias y método didácticos pensando sólo en un sector de la población, es decir, en quienes tienen acceso fácil a tales beneficios, pero a mi memoria vienen aquellos que sólo conocemos a través de reportajes televisivos, golpeándonos la cara la verdadera realidad de quienes su estadía en la “escuela” parece ser sólo una obligatoriedad social, puesto que se ve que no sólo no cuentan con la tecnología necesaria, sino además quienes dicen ser los “docentes” en muchos casos se rinden frente al prejuicio de la escasa posibilidad que ven en aquellos niños el triunfar académicamente. He aquí el gran problema: métodos y estrategias didácticas pueden existir por montones, la pregunta es si quienes tengan la responsabilidad de utilizarlas para lograr el aprendizaje son lo necesariamente profesionales como para lograr un cambio positivo que sea aplicable a toda la población y de esta forma reparar en parte el problema de la educación...

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